Microcréditos antes de las vacaciones: ¿conveniencia o trampa?
Las vacaciones son un momento en el que apetece relajarse, olvidarse del trabajo y permitirse más de lo habitual. La anticipación de unas vacaciones tan esperadas a menudo eclipsa el pensamiento racional. La idea de pedir un pequeño microcrédito para que las vacaciones sean más cómodas y memorables parece muy atractiva. El acceso rápido al dinero sin formalidades innecesarias atrae por su sencillez.
A primera vista, esta solución parece cómoda e incluso lógica. Sin embargo, la comodidad temporal puede esconder obligaciones de deuda que estropearán tu estado de ánimo a la vuelta de vacaciones. En este artículo analizaremos en qué casos está justificado un microcrédito antes de las vacaciones y cuándo puede convertirse en una trampa financiera.
¿Por qué los españoles piden microcréditos antes de irse de vacaciones?
De hecho, las razones para solicitar un préstamo rápido antes de irse de vacaciones son bastante típicas y comunes a la mayoría de los prestatarios, como por ejemplo:
no es suficiente para billetes, reservas de hotel o paquetes turísticos;
tiene que solicitar un visado, hacer exámenes o contratar un seguro;
no quieres privarte de nada cuando viajas: excursiones, restaurantes;
las vacaciones cayeron antes de lo previsto el salario u otros ingresos.
Estos gastos pueden calificarse de imprevistos, aunque no son obligatorios. Pero las solicitudes en línea se tramitan rápidamente, y el dinero se recibe en la tarjeta lo antes posible. Esto permite "cerrar" el asunto financiero antes de viajar sin largas esperas.
Es importante subrayar que los microcréditos se suelen pedir por pequeñas cantidades, que a primera vista son fáciles de devolver tras recibir un salario. A menudo sólo requieren un pasaporte y un número de teléfono, lo que resulta mucho más fácil que obtener un préstamo bancario.
Y lo que es más importante, un microcrédito permite disfrutar del nivel de comodidad deseado durante las vacaciones en lugar de posponerlo al máximo. Son estos factores los que crean la ilusión de comodidad y asequibilidad, empujando hacia decisiones precipitadas.
Ventajas de un microcrédito para vacaciones
No cabe duda de que si se gestionan los fondos del microcrédito con prudencia, puede reportar beneficios. Por ejemplo, un viaje caliente con un descuento sólido, comprado con dinero de la IMF, puede dar más ahorros que usted pagará los intereses de la deuda. Qué otras ventajas hay en tal caso:
Mínima burocracia: no se necesitan referencias laborales, avales ni fiadores.
Comodidad y rapidez: el procedimiento dura entre 10 y 15 minutos.
Importes flexibles: usted mismo puede ajustar el importe del préstamo.
Los préstamos bancarios tardan más en tramitarse y requieren un buen historial crediticio. Solicitarlo a las IMF en situaciones de emergencia se convierte en la mejor solución.
Posibles riesgos y dificultades
Las vacaciones son una época en la que una persona está relajada. Durante este periodo uno quiere alejarse lo más posible de cualquier problema y preocupación. Pero ahí está el problema: también es fácil olvidarse de las deudas. Puede ser difícil devolver un préstamo a tiempo, sobre todo si no se tienen recordatorios o se gasta más de lo previsto.
Al volver a casa, rara vez sobra dinero de las vacaciones. Y llega el momento de devolver la deuda. Está bien si el microcrédito es sólo uno, pero puede haber más si hubo gastos adicionales durante las vacaciones. Por ejemplo, por un tratamiento médico u otro motivo de fuerza mayor.
Algunos prestatarios resuelven el problema pidiendo un nuevo préstamo para pagar otro ya existente. Esto crea una espiral de deudas de la que es difícil salir. Se inicia una cadena de nuevos préstamos, prórrogas y sanciones, y las deudas crecen exponencialmente.
Y otro hecho triste: todas las impresiones agradables después de unas vacaciones se ven ensombrecidas por las obligaciones de la deuda. Cuando vuelves a la realidad, tienes que decidir cómo deshacerte de los microcréditos lo antes posible, y todas las emociones positivas que has recibido pasan a un segundo plano. Por eso es importante prever de antemano con qué se pagará la deuda.
Alternativas a los microcréditos antes de irse de vacaciones
No acudas directamente a una microfinanciera en cuanto te des cuenta de que no tienes dinero suficiente para tus vacaciones. Merece la pena considerar opciones alternativas, y sólo si éstas no funcionan, ponerse en contacto con las IMF, por ejemplo:
Reduzca sus gastos antes de irse de vacaciones. Revise su presupuesto e intente ahorrar dinero en los gastos cotidianos. Por ejemplo, en lugar de un restaurante caro, un café o un viaje con todo incluido.
Utiliza una tarjeta de crédito con un periodo de carencia. Si tienes una tarjeta de crédito con un periodo sin intereses, puedes utilizarla para pagar las compras navideñas y devolver el dinero sin que te suponga una carga mayor.
Pide ayuda a amigos o familiares. Quizá alguien cercano pueda prestarte la cantidad necesaria en condiciones más favorables. Así evitarás pagar de más por los intereses.
Piense en unas vacaciones más asequibles. Puede valer la pena elegir un hotel menos caro, reducir el número de excursiones o elegir un destino más barato.
La forma más inteligente y segura de financiar unas vacaciones es a través de tus propios ahorros. Intente ahorrar durante unos meses, planificando cuidadosamente su presupuesto. Así el regreso será más agradable, sin la frustración y la molestia de acumular deudas.
¿Quién es especialmente vulnerable a los microcréditos para vacaciones?
Según las estadísticas, hay grupos de riesgo que tienen un cierto psicotipo que sucumbe fácilmente a las decisiones impulsivas. A estas personas les resulta difícil resistirse a la tentación de coger dinero fácil, de irse de vacaciones sin pensar en cómo devolver el préstamo. Pero esta no es la única categoría, mencionemos algunas más:
Familias con niños que quieren unas vacaciones normales sin apuros. Los niños se llevan la mayor parte del presupuesto y de las condiciones adecuadas.
Personas sin trabajo fijo, que no tienen ingresos regulares. A menudo, cuando piden un microcrédito, piensan que después conseguirán salir adelante de alguna manera.
Los que ya tienen deudas o carga crediticia. Todo el mundo quiere tomarse unas vacaciones, independientemente de las deudas existentes. Sin embargo, un día de fiesta hará que la situación empeore.
Jóvenes que inician una relación sentimental para evitar aparecer como perdedores ante su otra mitad.
En el estado emocional de "anticipación vacacional" es fácil sobrestimar las propias capacidades. Y la deuda que queda después de unas vacaciones puede estropear la experiencia durante mucho tiempo. Un microcrédito no es un billete a la felicidad, sino un compromiso que continúa incluso después de deshacer la maleta.